martes, 10 de febrero de 2015

DIETA PARA JUGADORES DE BALONCESTO

Aspectos básicos de nutrición:

Existen datos científicos de que la alimentación tiene gran influencia sobre la salud y el rendimiento deportivo.
Es evidente que no existen alimentos o dietas milagrosas que por si solas hagan campeones, pero sin embargo, unos hábitos inadecuados pueden poner en peligro el rendimiento de un jugador bien entrenado.

Los jugadores-as de baloncesto se diferencian de los sedentarios en presentar un gasto energético más elevado y por tanto sus requerimientos energéticos estarán incrementados.

La finalidad de una dieta equilibrada será:

Aportar la energía necesaria al organismo para mantener las funciones corporales en reposo, durante las actividades habituales y durante la actividad física manteniendose el peso correcto.
Abastecimiento adecuado de macro, micronutrientes y agua,debe ser a lo largo del día aunque la mayoría de jugadores-as hacen mayor énfasis en la dieta precompetición, lo realmente importante es mantener unos hábitos correctos que no sea necesario modificar considerablemente antes de la competición.

La dieta diaria de un jugador-a debe aportar: 55-60% de hidratos de carbono, 25-30% de grasas y un 10-15%de proteínas.

Ejemplo: Un jugador de 70 kg necesita 4000-5000 calorias al día. ( dependiendo de su metablolismo, esto es una medida estandar).

Cantidades diarias estándar para un jugador de 70Kg:

Hidratos de carbono:   55-60%  2400 calorias  600 gramos
Lipidos o grasas:         25-30%  1000 calorias  112 gramos
Proteinas:                      10-15%    600 calorias  150 gramos.

Estas cantidades se deben aportar de diferente grupos de alimentos que contengan dichos macronutrientes para asegurar también el aporte de micronutrientes( vitaminas y minerales).
 
 Podríamos establecer una ración modelo teórica como:
 
Grupo
Alimentos
Frecuencia de consumo
1
Leche
Diario
2
Carne
3 veces/semana
2
Pescado
4veces/semana
2
Huevo
4-5 unidades/semana
3
Legumbres
3-4 veces/semana
3
Patatas
Diario
4
Verduras
Diario
5
Frutas
Diario
6
Pan
Diario
6
Arroz-Pastas
3-4 veces/semana
7
Aceites (oliva)
Diario

lunes, 9 de febrero de 2015

MUERE DEAN SMITH, FORJADOR DE MITOS Y LEYENDAS (SEGUNDO PADRE DE JORDAN)

DEAN SMITH Y AQUELLA ÉPOCA

Llevaba unos años ausente, porque una enfermedad le había robado la memoria, pero fue el sábado pasado cuando Dean Smith nos dejó definitivamente
 
Michael Jordan besa a Dean Smith, durante un homenaje en 2007


Llevaba unos años ausente, porque una enfermedad le había robado la memoria, pero fue el sábado pasado cuando Dean Smith nos dejó definitivamente. Un obituario recuerda hoy su extraordinaria carrera, pero los dos breves episodios españoles de aquella trayectoria merecen un recuerdo, sobre todo para colocarlos en un contexto frecuente e injustamente olvidado.
Lo que hoy hace las veces de Historia del baloncesto español suele empezar más o menos con la medalla de plata de 1984 en Los Ángeles, como si ésta hubiese llegado por generación espontánea. Demasiado atajo. El gran baloncesto español, el de nivel internacional, había empezado en realidad dos decenios antes, y sus hitos inaugurales pueden ser la primera Copa de Europa de un club español -el Real Madrid, en 1964- y la primera medalla de plata europea de la selección, la de Barcelona en 1973 (salvando aquella casi anecdótica de preguerra, en 1935, pura Prehistoria: 18-24 ante Letonia...).
En aquella época, con gran influencia de los jugadores americanos y de los nacionalizados Cliff Luyk y Wayne Brabender, las visitas de grandes técnicos estadounidenses, con o sin sus equipos -universitarios, se entiende: la FIBA y la NBA aún no habían unido sus destinos- fueron de una enorme importancia en la formación de una nueva generación de entrenadores, en la propagación de ideas entonces muy novedosas como las defensas de ayudas o los ataques por conceptos (mal llamados libres), y en la demostración de nuevos métodos de entrenamiento de los fundamentos. Sobre esas bases se formaría la primera gran generación de jugadores autóctonos, los nacidos en 1959 y 1960, más adelante triunfadores en Los Ángeles.
Esa afortunada serie de aportaciones se debió esencialmente a tres personas: el vicepresidente del Real Madrid y de la FIBA, Raimundo Saporta, que logró mover hilos que entonces parecían inamovibles y conseguir que grandes equipos de la NCAA acudiesen al torneo de Navidad de su club, cuya primer edición se jugó en 1966, y dos entrenadores, Antonio Díaz-Miguel y Pedro Ferrándiz. Éstos fueron los organizadores de aquellos cursillos veraniegos tan decisivos, atrayendo a colegas de gran renombre.
Entre 1968 y 1971, tres 'clinics' seguidos por cientos de jóvenes entrenadores cambiaron los conceptos técnicos en España: los que dieron Lou Carnesecca (St. John's), John Wooden (UCLA) y un joven Bobby Knight, aún en la Academia Militar de West Point.
Pero si la teoría fue importante, los partidos de lo más granado del baloncesto universitario aportaron las clases prácticas, quizá más valiosas aún. Las dos tremendas finales de North Carolina, dirigido por Smith, contra el Madrid en los torneos navideños de 1971 y 1974, fueron los dos broches de oro de aquel momento fundacional de nuestro baloncesto moderno. Pero no hay que olvidar que al viejo Pabellón llegaron también en aquella época los equipos de Arizona State, Virginia y Tennessee, de primer nivel en la NCAA.
Hay que añadir a ello un amistoso veraniego: 1973, Real Madrid-Indiana, ya con Knight. A prueba en el Madrid, Walter Szczerbiak...