El Unicaja cerró su mala racha en el Buesa Arena de Vitoria y logró
un fácil y contundente triunfo, 79-88, ante un Laboral Kutxa aún en
formación.
Los malagueños no ganaban el coliseo vitoriano desde el año 2006,
cuando lograron en Vitoria su única Liga ACB. Durante estos ocho años,
las once visitas en partidos ligueros se habían saldado siempre con
derrota.
Los de Joan Plaza se sobrepusieron a un tibio inicio pero cimentaron
su triunfo entre el minuto cinco y el 15. Endosaron un parcial de 6-30 a
un rival deshecho, sin ideas y obtuso en ataque. Pasaron del 10-5 a un
16-30 en eso diez minutos entre el ecuador del primer acto y el segundo y
ya nunca vieron peligrar el triunfo.
Laboral Kutxa y Unicaja arrancaron con más errores que aciertos. Le
costó tres minutos a los andaluces anotar su primera canasta de tres
puntos, y para entonces Bertans ya lideraba el ataque local con dos
triples que distanciaron al Baskonia, 12-8 minuto siete.
Se evaporó la efectividad del letón y los vitorianos se atascaron en
ataque con un parcial de 0-12 ante una Unicaja que empezó a carburar con
la dirección de Markovic.
Marco Crespi hizo debutar a DJ White y Shengelia para frenar la
sangría, pero no pudo impedir que los andaluces llegaran al minuto diez
con una clara ventaja, 13-20.
Unicaja encontró el acierto desde la línea de los 6,75 metros y puso
tierra de por medio. Dos canastas de Stefansson, Vasileiadis y un
Kuzminskas desatado dispararon a los de Joan Plaza para doblar a los
locales, 16-35 minuto 15.
El Baskonia siguió obcecado en ataque sin ver el aro rival y sólo
anotó tres puntos de San Emeterio e Ilimane Diop desde el tiro libres en
esos cinco minutos.
La brecha llegó a proporciones escandalosas, 25-49 minuto 19, ante un
Laboral Kutxa descosido por todos los lados y noqueado sobre la cancha.
No fue capaz de mejorar el equipo de Marco Crespi tras el intermedio y
siguió dando tumbos sobre la pista, 34-59. Los de Joan Plaza
demostraron su juego serio y coordinado con acierto en ataque ante las
enormes facilidades que le dio el rival.
Con todo perdido el Baskonia encadenó once puntos seguidos que le
acercaron a los malagueños, 50-63 minuto 28, y no tuvo más remedio Joan
Plaza que llamar a sus hombres a la banda para refrescarles las ideas.
Reaccionó Unicaja con los puntos de Kuzminskas y Green para sofocar
la rebelión vitoriana y llegar al minuto 30 con un claro dominio, 54-69.
No volvió a pasar más apuros el equipo malagueño que manejó a su
antojo las diferencias en el cuarto final. El Baskonia le puso más
empeño y corazón que baloncesto pero se topó con la realidad del
diferente nivel en el que se encuentra el embrionario equipo de Marco
Crespi.
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